La marca 'La Nueva Parisien' fue creada en el día 1 de mayo del año 1897 a solicitud de Federico Garcia Rodriguez. El joven Federico era el segundo hijo de una familia tradicional de comerciantes de Madrid.
Con esta marca abrió dos establecimientos en la capital de España; uno en la céntrica calle de la Montera, y el segundo en la calle Barquillo. En el documento original de la licencia otorgada al efecto figura el objetivo social de ambas tiendas: "mercería general".
La elección del nombre La Nueva Parisien responde a una tradición muy madrileña de de vincular lo último en moda, con la capital de Francia. La diferencia con otros establecimientos madrileños de la época que utilizaban idéntico reclamo, es que Federico y su heredero Rafael visitaban cada temporada París con el objetivo de cumplir lo que se ha convertido en la seña diferenciadora de la marca durante sus cientotres años de existencia: ofrecer las últimas novedades en botones y accesorios de alta costura.
Estar a la moda de París al final del siglo XIX y en los primeros años del siglo XX se vinculaba a las lineas de corsetería, lencería, encajes, velos, plumas, mantillas y guantes. Y a estos árticulos (junto con los botones de fantasía, artículo que protagoniza toda su historia) fue a los que se dedicó de modo especial La Nueva Parisien durante sus primeros cincuenta años de vida.
Por motivos de herencia, el establecimiento de la calle Barquillo desapareció después de la guerra civil.
El paso del tiempo hace que la firma pasara de padres a hijos, hasta cubrir cuatro generaciones a lo largo de su trayectoria centenaria. A Federico, sucedió su hijo Rafael; y a Rafael, en 1945, el nieto del fundador, también de nombre Rafael, quien en 1969 abrió un nuevo establecimiento en la calle Claudio Coello 23.
Desde los años 60, manteniendose fiel a la moda y a su referente, ya no sólo en París sino en los más importantes centros de moda en Europa y en el mundo (Milán, Roma, Barcelona, Frankurt, Londres), La Nueva Parisien se adapta a las nuevas tendencias, centrando su actividad en creaciones y diseños propios para el adorno del vestido. Sin olvidar su articulo principal, los botones, hoy ofrece flores de tela, cinturones, pasamanerías y accesorios en general. Un servicio que ha estado destinado y ha sido apreciado tanto por el público y como por los profesionales de la costura.
La Nueva Parisien cumplio su centenario en el mes de mayo de 1997. La firma, hoy, está regentada por Rafael Garcia y sus hijas Maria Paz y Belén. Representan la tercera la tercera y la cuarta generación de una saga de expertos de accesorios de alta costura y pret-a-porter que ha sabido mantener durante todo un siglo viva una empresa; pero siempre a la vanguardia de la moda.